Jose invitó a toda la familia a un viaje que nunca olvidaremos. Marruecos es un lugar mágico donde el tiempo se detiene para el disfrute de todos. En las fotos estamos toda la familia almorzando en el Riad Douceur Mandarine, bien ubicado a un paseo a pie de la plaza Jemma el Fna. En el video se puede oir el ambiente de la plaza, lástima que los olores no se puedan grabar. El personal del Riad nos atendió de maravilla, sin duda lo recomendaremos. Gracias a Amir y Hatifa por su amabilidad y por hacernos sentir como en casa. Las vistas desde las terrazas que hay alrededor de la plaza son fabulosas. Es una ciudad caótica, con cientos de burros y motocicletas por las estrechas calles de la medina, pero muy segura.